¿Cuántas formas hay de no creer en Dios?
Por lo menos
seis, según un nuevo estudio.
Dos investigadores de la Universidad
de Tennessee descubrieron que entre los ateos y agnósticos hay desde
activistas antirreligiosos hasta no creyentes que, sin embargo, cumplen ciertos
ritos religiosos.
“La idea principal
es que la comunidad no creyente es ontológicamente diversa”, escribieron los
doctorandos Christopher Silver y Thomas Coleman.
“Estas
categorías son un primer acercamiento al tema”, le
dijo Silver al sitio Raw Story. “En 30 años podría haber una
clasificación de 32 tipos”, agregó.
Silver y
Coleman establecieron sus seis categorías de no creyentes después de
entrevistar a 59 personas.
1) Ateo/agnóstico intelectual
Este tipo de
no creyente busca información y estimulación intelectual sobre el ateísmo. Les
gusta debatir y argumentar, sobre todo en sitios populares de Internet.
Suelen ser
versados en libros y artículos sobre religión y ateísmo y tienden a citar estas
obras con frecuencia.
2) Activista
A esta clase
de ateos y agnósticos no les basta con no creer en Dios; quieren decirle al
resto por qué rechazan la religión y por qué creen que la sociedad estaría
mucho mejor si todos siguiéramos su ejemplo.
Tienden a
pronunciarse sobre causas políticas como los derechos de los homosexuales, el
feminismo, el medio ambiente y la protección animal.
3) Agnóstico buscador
Este grupo
está conformado por personas que no dudan de la existencia de Dios pero tienen
una mente abierta y reconocen los límites del conocimiento y la experiencia de
los seres humanos.
Silver y
Coleman sostienen que el grupo está formado por personas que suelen cuestionar
sus propias creencias y que “no mantienen una posición ideológica firme”.
Esto no
significa que estén confundidos, dicen los investigadores, sino que tienden a
abrazar la incertidumbre.
4) Antiteísta
Este grupo
manifiesta su oposición a la religión y a las creencias religiosas,
generalmente posicionándose como “diametralmente opuestos a la ideología
religiosa”, explican Silver y Coleman.
“Los
antiteístas observan la religión como ignorancia y creen que cualquier
individuo o institución asociada a ella es retrógrado o perjudicial para la
sociedad”, escribieron los investigadores. “El antiteísta tiene un
entendimiento claro (y en su visión, superior) de las limitaciones y el peligro
de las religiones”, agregan.
Estas
personas son francas, fieles y, en ocasiones, beligerantes sobre su posición.
Creen que “las evidentes falacias de la religión deberían ser abordadas
agresivamente”.
5) No teísta
El grupo más
pequeño de estos seis es el de los no teístas, personas que no se involucran ni
con la religión ni con la antirreligión.
Puede
tratarse en algunos casos de apatía o desinterés.
“Un no
teísta no se preocupa por la religión”, dicen los autores. “La religión no
juega ningún papel en su conciencia o cosmovisión y no tiene ningún interés en
el movimiento ateísta o agnóstico”, añaden.
“Sencillamente
no creen y su falta de fe se traduce en una ausencia de la religión en
cualquiera de sus formas”, explican Silver y Coleman.
6) Ateo ritual
No creen en
Dios, no se involucran con la religión y suelen pensar que no hay vida después
de la muerte, pero esta clase de no creyentes adhiere a las enseñanzas de
algunas tradiciones religiosas.
“Las
entienden más como enseñanzas religiosas sobre cómo vivir y alcanzar la
felicidad que como un camino a la liberación trascendente”, escribieron. “Por
ejemplo, estos individuos pueden participar en ritos específicos, ceremonias,
oportunidades musicales, meditación, clases de yoga o
festividades”, indican.
Para varios
de estos no creyentes, su participación en estos ritos puede explicarse en
tradiciones familiares. Para otros, se trata de una conexión personal con el
“profundo simbolismo” inherente a los ritos, creencias o ceremonias religiosas,
aseguran los investigadores.
¿Eres ateo?
¿Te sientes identificado por alguna de estas categorías? Cuéntanos en los
comentarios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario